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Curaduría: Pinacoteca Universidad de Concepción, Concepción; MAC, Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia; Balmaceda Arte Joven, Santiago (2010). Sala Juan Egenau, Facultad de Artes Universidad de Chile. Arcos, Santiago (2009).

Artistas: Jesús Jiménez, Arely Vargas Colmenero, Fernando Montiel Klint, Kenia Narez, Rogelio Séptimo, Paula Isla, Mabel Gutiérrez y Mayra Huerta (México).

La exposición Cercanías/distantes une distintos artistas y lenguajes que proponen una relación entre lo  íntimo y el concepto de una identidad desestructurada, fuera de los localismos conocidos y a la vez paradigmáticos. El grupo de trabajos no establece conexiones con un territorio especifico, que en este caso sería el de un México ligado a referencias exóticas de paisajes ya establecidos,  sino que al contrario, las experiencias recogidas en las fotografías pueden estar sucediendo en cualquier parte del mundo. Desde una posición crítica o como una postura de mirada más intimista,  que busca explorar las experiencias locales  para plantear problemáticas que son globales.Cercanías/distantes expone  las propuestas fotográficas que evitan el color local de lo mexicano al incursionar en lo irónico, en la pesquisa por lo cotidiano y por el tiempo de las cosas sin urgencia; la de pequeños acontecimientos que en apariencia son monótonos y sin sentido. Juan Antonio Molina, curador mexicano (1) relata: “no puede existir actualmente una representación de la fotografía mexicana, pues es imposible que una obra sustituya a otra, pero si es representativa del momento, del cruce visual y de lo global en el sentido de la identidad como pérdida, pues ha cambiado la manera en que percibimos nuestras propias realidades, y las obras dan muestra de un relato de identidad subjetivo”. La muestra Cercanías/distantes a partir de retratos, acciones, intervenciones y exploraciones de lo cotidiano,  experimenta en las imágenes con la paradoja del exceso , la falta de tiempo,  la ausencia, el derroche; es decir, proponen dicotomías acerca de lo local y lo foráneo, de lo cotidiano y el consumo. En este contexto,  lo cercano que nos presentan las obras es lo distante, y lo distante es lo global.

Jesús Jiménez en sus dos series, GAME OVER y AGORA, (6 fotografías realizadas en el 2006) experimenta con la instalación, y la concepción de un trabajo in situ y efímero. El artista dispone en sus fotografías un orden alterado; una nueva conceptualización de los objetos y el tiempo.

Jesús Jimenez, serie Agora (2006).

Los proyectos de Arely Colmeneros son proyectos autobiográficos, basados en investigaciones a personas que nacieron el mismo día que la artista. Usando herramientas como documentación, apropiación y falsificación de imágenes, la artista construye una historia visual con estética de peritaje. De este modo, las series Tarjeta de Identidad, Carta Astral y Bitácora de Llegada, son registros de personalidad basados en morfo-sicología, antropometría, colorimetría y antropología del hábitat y de las pertenencias de los entrevistados, en base a ellos se detectan aspectos significativos de la personalidad de cada uno. En Registro 03, la artista documenta desde una misma perspectiva antropometrica, a las personas que en su ciudad nacieron el mismo día que ella.

Arely Colmeneros, Registro 03.

Nirvana de Fernando Montiel Klint, es una serie que busca  en el interior de departamentos atiborrados de artículos de consumo y de elementos iconográficos populares. Para el autor, las imágenes representan la adaptación irónica de un concepto religioso dentro de una sociedad antirreligiosa y alienada en sí misma; conceptos en los cuales el  autor satiriza un cierto estilo de vida contemporánea llevándola  al absurdo.

Fernando Montiel Klint, Nirvana.

La obra de Kenia Narez  se construye de manera alegórica, basándose en cuatro sentimientos básicos de la infancia: miedo, placer, angustia y sadismo. Para la autora, en la niñez se encuentran las experiencias más profundas que conformarán el perfil emocional de una persona y en estas series fotográficas ella juega con la fantasía y el género, para mostrar la importancia de esas primeras etapas a las que Freud unificaba como la base de muchas patologías. En la serie Capricho, ella construye y desarrolla una historia visual, basada en el perfil emocional del sadismo.

Kenia Narez, serie Capricho (3 fotografías).

El autor Rogelio Séptimo, presenta cinco imágenes que parten desde el proceso analógico en 35 milímetros y que luego,  son manipuladas digitalmente a manera de complemento mínimo. Se señala esta operación técnica, pues el empleo de los colores primarios es una alusión a la forma “viva” de la percepción  de la realidad en la infancia, y la representación desenfocada que realiza el autor, tiene como objetivo que la fotografía nos resulte  un recuerdo lejano, plasmado en una imagen estilo Polaroid. En la serie, cinco imágenes  conjugan el sentido infantil del juego, con rasgos de sutil crueldad, así como reflejos y visiones de un mundo contemporáneo cargado de falsos fetiches.

Rogelio Séptimo. Serie de cinco fotografías.

El trabajo de Mayra Huerta cuestiona el paisaje y sus posibles transformaciones. Las fotografías muestran paisajes intervenidos y solitarios, que expresan problemas contingentes a la lucha del hombre y su constante ambición de dominación. Igualmente estas imágenes proponen una  pugna entre un mundo natural y un mundo artificial, a partir de la  relación dialógica entre materia estructurada y materia natural: el cuerpo que “se” habita en el otro y el objeto que se inserta naturalmente respondiendo  a las transformaciones e intervenciones que el hombre ha articulado.

Mayra Huerta. Estudio de objetos encontrados. Serie de 3 fotografías.

El Hilo de mi vida de Paula Islas: “Los retratos aquí presentados pertenecen a mujeres que conforman mi universo diario, es el hilo invisible que nos une en lo afectivo, pero a la vez es una imagen extraña y ambigua, donde cada mujer puede portar su propia atadura y dolor”.

Paula Isla, El hilo de mi vida. Serie de tres fotografías, impresión en tela.

En Volando de Mabél Gutiérrez  se hace Ia ambigüedad del paisaje y su relación con el sujeto. En las imágenes se mezcla el sueño y la realidad en el borde de una azotea, en el límite del vacío, en el cual el sujeto, y de forma autobiográfica el cuerpo de la artista está a punto de caer o a punto de volar.
La experiencia es a observar con una nueva perspectiva a la ciudad de México, fuera de los bordes o límites de una realidad que conocemos, de forma avasallante, asfixiante y caótica.

Mabel Gutiérrez, Volando.

Vista general de Nivana y Tiempos Modernos de Fernando Montiel Klint. Pinacoteca de Concepción. Registro: Fernando Melo.

Inauguración en la Pinacoteca de Concepción, registro: Fernando Melo.